A pesar de los diversos métodos investigadores, no es posible predecir al cien por cien la quiebra de una compañía aunque sí es cierto que pueden ofrecer un indicador claro de ello. 

La ruina empresarial es uno de los principales y mayores miedos de todo emprendedor pues supone la pérdida de todos los bienes patrimoniales, así como de tiempo, esfuerzo e ilusión. En muchas ocasiones, la quiebra de una compañía es sorprendente pero ¿es posible vaticinarla?

Lo cierto es que ninguno de los diversos estudios realizados por diversos investigadores pueden predecir la bancarrota, pero sí pueden aproximarse bastante. Para ello, normalmente, se utilizan diversos estudios realizados en base al análisis de los estados contables de la empresa, es decir, la contabilidad.

Winakor – Smith

Este estudio fue realizado por Arthur Winakor y Raymond Smith. Es uno de los pioneros, pues se realizó en la década de los 30 del siglo XX, concretamente en 1935. Esta investigación tuvo lugar con 183 empresas que tuvieron dificultades económicas durante los 10 años anteriores a su cierre. El estudio estableció que el ratio capital circulante neto dividido por el activo total era el más fiable y exacto.

Fitzpatrick

Paul Fitzpatrick realizó este estudio en 1932 y contempla, en el periodo de tiempo de 1920 a 1929, la tendencia más predominante en veinte empresas que cayeron en bancarrota durante esos años. Éstas fueron compradas por otras diecinueve compañías exitosas. Se estableció que  para poder predecir la quiebra la fórmula más fiable es: rendimiento de capital neto y capital propio dividido por pasivo total.

Merwin

En 1942, Charles Merwin realizó este estudio con 939 empresas desde el año 1926 a 1936. El estudio señaló que se puede predecir la quiebra en torno a unos cuatro o cinco años antes de que suceda. Simplemente basta con dividir el ratio de solvencia y el capital circulante por el activo total y, además, el capital propio divirlo entre el pasivo total.

Hackman

Este investigador decidió basar su estudio sobre las posibles dificultades que tuviera una empresa para pagar su deuda. Analizó las emisiones de deuda de varias empresas desde 1900 a 1943 y llegó a la conclusión de que el ratio de cobertura de intereses y el beneficio neto dividido por una cifra de ventas era la fórmula más fiable.

Beaver

William H. Beaver, de la Standford University, realizó esta investigación en 1966, indicando que la quiebra se puede predecir incluso cinco años antes de que se suceda. El mejor ratio es el cash flow dividido por el pasivo total. También, aseguró que los ratios de estructura de capital y los de liquidez eran muy buenos indicadores.

Altman

En 1968, Edward I. Altman, de la New York University, realizó una ampliación del estudio anterior, el de Beaver. Utilizó veintidós ratios con una referencia de un año anterior a la ruina, creando la famosa Z. Si los valores de Z son superiores a 1,8 hacen que sea menos probable la quiebra. Sin embargo, si son valores menores, sí que existe un grado de posibilidad mayor.