Un entorno de empatía en las organizaciones facilita de un modo extraordinario la comunicación y crea un potente escenario para la expresión de la imaginación y la creatividad, lo cual es un plus de enorme valor.

Si miramos una enciclopedia veremos que un sinónimo de empatía es el de inteligencia interpersonal, que es una de las que integran la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, y que se define como «la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que los otros individuos pueden sentir». Su base neurológica está en las denominadas neuronas espejo, pero este no es el lugar para profundizar en este campo fisiológico. Naturalmente, si se está tratando con grupos humanos este tipo de inteligencia es sencillamente imprescindible.

Es obvio que es imposible abordar cualquier problema y realizar los cambios necesarios si se carece del poder para llevarlos a efecto. Pero naturalmente, no nos referimos al poder que un empresario o directivo ya tiene y usa. Ese se da por descontado. Pero conocemos a montones de directivos o dueños de empresas cuyo único poder descansa en lo que marca su lugar en un organigrama o en el título de las acciones de su empresa, nada más; es decir, carecen de un poder «real» respecto a las personas que les rodean, sean sus empleados, colaboradores, subordinados, proveedores, clientes, etc. Es decir, son detentadores de un poder ficticio y, en todo caso, parcial.

empatía empresa

Muchos directivos y empresarios deciden cambios y habilitan o incorporan una y otra vez en sus empresas nuevas normas o directrices que no funcionan. Y ¿por qué no funcionan? La razón es que tienen un poder «aparente», el que emana de su condición de dueño o del lugar en el escalafón que ocupan en el organigrama, pero carecen de poder real. Y ese poder real, el poder del líder, está íntimamente vinculado a la inteligencia interpersonal o empatía. U

sted puede manejar «la maquinaria» de la empresa, instaurar reglas, promover directrices, establecer procesos, etc., pero si carece de verdadero poder respecto a su equipo…, este «solo» obedecerá, y hoy sabemos que esta actitud es claramente insuficiente En cambio, conocemos bien a esas otras personas que simplemente descuelgan el teléfono un par de veces y son capaces de movilizar a todo un «ejército» sin apelar al consabido, e ineficaz, ordeno y mando. ¿Cuál es la diferencia entre ambos? El poder que emana de la empatía.

Los verdaderos líderes tienen una mente capaz de «empatizar» con el grupo, saben ir más allá de los «roles» establecidos y, por ello mismo, son capaces de «leer» las situaciones y movilizar, motivar, convencer y dinamizar equipos que se activarán de un modo natural y orgánico.

El secreto de un líder

El secreto de un líder no es solo que tiene poder, sino que da poder. Esta es la realidad de nuestro presente actual vinculado al hecho de pertenecer, cultural e históricamente, a un siglo marcado por avances tan rápidos y profundos como nunca antes hemos conocido. Tal vez durante las cruzadas o en la época de la revolución industrial fueran válidos otros modelos de líder, pero hoy, en esta sociedad, en el marco de la empresa y de las modernas organizaciones, el verdadero poder emana de la empatía y de la inteligencia emocional. El líder opera por contagio, por resonancia. Al igual que un fuego genera calor, podemos decir que un líder «genera liderazgo»; es algo consustancial, pero no olvidemos que ese liderazgo parte de su mente, de su modo de pensar y actuar, de su carácter.

Usted podrá argumentar, ¿y si no tengo ese tipo de inteligencia o tengo poca? Respuesta: todo el mundo tiene ese tipo de inteligencia que muchas veces está bloqueada por creencias o prejuicios nocivos. Asimismo, como cualquier otra inteligencia, es entrenable.

Por último, añadir que un entorno de empatía en las organizaciones facilita de un modo extraordinario la comunicación y crea un potente escenario para la expresión de la imaginación y la creatividad, lo cual es un plus de enorme valor. En una empresa en la que fracasa la comunicación o que carece de imaginación y creatividad, es necesario mirar de inmediato la falta de poder real.